La final de la liga llegó, y con ello concluyeron muchas historias de voluntad y buen entrenamiento. 

Fabián Fuentes

Muchos atletas sacrificaron horas de vida familiar, descanso y otras cosas, para llegar a punto a esta instancia, atletas como Carol (profesora), Luis (ingeniero), Mayo (manipuladora de alimentos), Luis (trabajador independiente) y Maria Paz (profesora), que, a pesar de tener trabajos normales, que duran 8-9 hrs diarias, cada día pasan al box a trabajar en sus planificaciones diarias, como todos los finalistas de la liga.

Carol (31 años), profesora de educación física, trabaja full time en la cárcel de Valparaíso, comprenderán el stress de estar encerrado todo el día, trabajando con personas muy difíciles, pero a pesar de todo, cada día llega a entrenar, sin excusas, además en casa la espera su pareja y su pequeño hijo, quienes la apoyan incondicionalmente.

Maria Paz (30 años), profesora de historia, trabaja realizando clases en un colegio. Con la carga laboral de un profesor, repartida entre las labores de aula y llevando su trabajo a casa, demuestra un sentido de disciplina singular, debido a que ella no tiene pasado deportivo alguno, y en un año, ha demostrado que, teniendo una mentalidad de novato, el aprendizaje se facilita sobremanera.

Luis Sanoja (36 años, Venezuela), ingeniero eléctrico, viaja a diario a las 6am a Stgo, donde está su trabajo, volviendo pasadas las 20 horas, a entrenar y además cumplir en su hogar, donde lo espera su esposa, que ya está pronta a dar a luz.

Mayo (35 años), madre de dos hijos y manipuladora de alimentos, trabaja en un conocido liceo en Valparaíso, donde prácticamente trabaja todo el día de pie y no solo preparando alimentos para 500 alumnos; luego de jornadas con un horario intermitente, llega a dar el ejemplo al box, ya que siento atleta master (+35), compite al mismo nivel que chicas mucho más jóvenes que ella.

Luis Hurtado (28 años, Colombia), el más joven del grupo, trabajador independiente, repartidor full time, todo el día está sentado en su moto, como muchos jóvenes que buscan una oportunidad en nuestro país, pensando en el entrenamiento diario, es un ejemplo, sin vicios, una tremenda persona, busca la manera de ser mejor atleta todos los días.

Todos ellos no solo nos muestran el perfil del crossfiter porteño, sino que además, representan a un gran porcentaje de los atletas que estuvieron presentes en esta final, atletas que no viven de esto, que deben compatibilizar su vida con el entrenamiento, ese atleta que está en el anonimato, que no tiene apoyo económico alguno y que a pesar de tener una carga laboral y vida familiar como cualquier persona, dedica tiempo a esta actividad que tanto nos apasiona, y además, lo hace de una manera competitiva.

Estos son ejemplos de superación y constancia, de voluntad y sacrificio, ¿cuál sería tu historia?