Por Martín Pazzaglia @Ki Point
Hace algún tiempo que se ha formado un gran debate respecto a dos preguntas que todo atleta se hace a menudo.
¿Debo trabajar la movilidad?, ¿Debo mejorar mi elasticidad?
No me gusta ser muy estricto sobre esto, en relación a la práctica de la actividad física para la salud, ya que es muy común ver personas practicando movimientos altamente coordinados y complejos provenientes de la gimnasia y el levantamiento; en los que todos quieren levantar más peso y moverse más rápido, pero muchas veces no están dispuestos a prepararse adecuadamente para mejorar su condición.
Muchos ejercicios son ejecutados por la población general en presencia de alteraciones mecánicas, que tienen relación directa con retracciones del tejido que no necesita mantener su capacidad elástica a lo largo de los años.
Simplemente por esta causa, considero fundamental poder determinar las zonas de retracción y devolverles su elasticidad. Las personas deben entrenar el control de la zona media y la conciencia del movimiento, dado que la calidad de la técnica depende de la capacidad del tejido para permitir esta modificación en su cuerpo (durante el entrenamiento) y dominar los ejercicios más complejos.
Sin embargo, cuando la persona se plantea subir un escalón en el rendimiento y pasar de la salud a la competencia, es común ver que la ansiedad por el resultado lo lleve a saltarse etapas.
Forzar procesos y dejar de lado algunos buenos hábitos se vuelve común, y hacer fallar al atleta en formación lleva a la pérdida del enfoque en la calidad del movimiento, por lo cual una disfunción como la carencia de elasticidad puede predisponerlo a desarrollar patologías.
Por otro lado, los atletas con años de formación, o que cuentan con una base en la practica de otra disciplina como el levantamiento olímpico o la gimnasia deportiva, que han migrado al CrossFit por similitud, suelen forzar los movimientos en situaciones de competencia y utilizan alteraciones en la mecánica técnica de los ejercicios, lo que permite una ventaja metabólica para lograr el objetivo de ganar en menor tiempo o realizar más repeticiones.
En este punto, los atletas que solemos ver en las competencias de más alto nivel, ya adquirieron el conocimiento de su capacidad y utilizan la compensación mecánica de los ejercicios como parte de su estrategia de riesgo. Pero ojo, esto no quiere decir que debamos copiarlos.
Hasta ser atletas bien formados, entrenemos la calidad de la ejecución de un movimiento por sobre los demás objetivos y mantengamos siempre el cuerpo elástico y listo para adaptarse a cualquier situación. Disfruta del proceso y no te saltes pasos que podrían generar una lesión, parar en el entrenamiento y perder mucho de lo ganado.